miércoles, julio 08, 2009
SUPERVOLCÁN
El Parque Nacional de Yellowstone en América del Norte, es el primero y más famoso de los parques que posee dicho país. Cada año más de tres millones de turistas visitan este maravilloso lugar. Pero debajo de sus bosques y montañas alberga un monstruo el cual el público ignora.
Durante la primavera de 1971 el ;; paleontólogo Mike Vorrhies (University of Nebraska) en uno de sus viajes por el oeste de la ciudad de Orchard descubrió algo realmente fuera de lo común. Vorrhies buscaba fósiles tras unos días de intensas lluvias en las proximidades de un barranco el cuál podría contener fósiles que hubieran sido lavados y depositados por la lluvia de el día anterior. En uno de los afloramientos, alzó la mirada hacia la parte más alta y observó atónito algo que ningún otro paleontólogo había visto antes.
Este fue el signo de un repentino desastre prehistórico. Vorrhies reveló el hallazgo de huesos de más de 200 rinocerontes fosilizados junto con esqueletos prehistóricos de camellos, lagartos, caballos y tortugas. La datación de estos restos arrojó luz sobre la edad de la masiva muerte hacia los 10 millones de años.
Pero, ¿cuál era la causa de una muerte que no era producida por vejez? Vorrhies pudo observar que los dientes de estos animales procedían muchos de ellos de especies en su periodo más álgido de vida, plena juventud. En este afloramiento además se podían observar los restos fósiles de madres jóvenes y sus crías, grandes y fornidos rinocerontes en edad adulta y todos estaban muertos, sin aparente razón.
Para los animales de Orchard, la muerte llegó de repente. Pero, ¿qué tipo de catástrofe podría haber generado un apocalipsis de tal magnitud?.
El equipo de Vorrhies observó que los esqueletos estaban cubiertos con una película muy gruesa de un material ligero, que al principio confundieron con un depósito mineral. Entonces ellos observaron que era celular. Era de origen biológico en origen, algo que crecía en aquellos huesos. Pero no tenían ni idea de qué podría ser aquello.
Fragmentos de hueso fueron enviados como ejemplo al paleo-patólogo Kart Reinhard (University of Nebraska). Reinhard observó que el espécimen típico con estas características eran rinocerontes. El podía observar en ese caso que el material blanquecino que cubría el hueso le era familiar, el cuál ligó ;; a términos veterinarios como enfermedad de Marie.
Marie es un síntoma de muerte por enfermedad de los pulmones. Y todos los animales de Orchard parecían ser afectados por ella.
Pero, ¿Cómo se pudo producir una enfermedad de estas características en aquellos tiempos? Los científicos descubrieron que el problema universal era la ceniza. Hace 10 m.a. la cenizas llevo a todos ellos a la muerte.
Reinhard pensó en un principio en una neumonía como culpable ;; de que los pulmones fuesen colapsados con fluido, excepto que en este caso el fluido hubiera sido sangre debido a los fragmentos de ceniza afilados de tamaño microscópico que ;;podrían haberse encajado en el tejido pulmonar una vez aspirado por los animales causándoles una ;;hemorragia pulmonar que llevaría a todas estas especies a la muerte. Los restos estaban incluidos bajo una capa de ceniza de algo más de 2 m de potencia.
Sólo un volcán podría haber producido suficiente ceniza para acabar con la vida de todos ellos. Pero en Nebraska no hay volcanes. Es más, nunca los ha habido.
¿De dónde podría provenir esa ceniza?...
Los científicos encontraron entonces una erupción volcánica que coincidía con la fecha del desastre de Orchard hace 10 m.a. Pero el lugar estaba excesivamente lejos. El área del volcán extinto estaba a unos 1600km o más del área en la que se encontraron los restos. De modo que decidieron comparar el contenido ;; químico de la ceniza de los dos lugares. Hill Bonnichsen (Idaho Geological Survey) situó en un gráfico las similaridades en su composición mineral.
Para sorpresa de todos las composiciones químicas eran muy similares.
Una erupción que cubriese la mitad de Norte América con dos metros de ceniza debía de ser cientos de veces más poderoso que cualquier volcán.
Robert Smith, afirma que los supervolcanes son erupciones y explosiones de proporciones catastróficas. Las erupciones volcánicas se miden por un parámetro ;; conocido como VEI (volcano explosivity index) en una escala de ;; 0 a 8º. De manera que en esta escala 8º sería una enorme erupción volcánica. Los volcanes corrientes que todos conocemos son formados por una columna de magma, roca fundida, elevada desde el centro de las profundidades de la Tierra, eruptando hacia la superficie y disponiéndose en capas. Esto forma la familiar forma montaña cónica que todos conocemos.
El magma contiene fuertes cantidades de gases volcánicas, como dióxido de carbono y dióxido de sulfuro. Consecuencia de esto, el magma que es líquido dejanda escapar fácilmente el gas a la superficie. Hay miles de este tipo de volcanes normales a lo largo de todo el mundo. Alrededor de 50 entran en erupción cada año.
Pero los supervolcanes forman depresiones en el suelo. Ellos comienzan cuando una columna de magma se eleva desde las profundidades del interior de la Tierra. De manera que rompe a través de la superficie. El magma funde la corteza terrestre, aumentando su volumen. En este punto el fluido es muy viscoso y no permite el escape de las burbujas de gas, generando fuertes presiones. Cuando la cámara magmática eventualmente erupta, es cientos de veces más poderosa su explosión que la de un volcán ;;normal. Esto causa que la parte alta del techo del encajante de la cámara magmática colapse formando un enorme cráter. Todos los supervolcanes dan lugar a este tipo de cráteres subsidentes, conocidos como calderas.
Condiciones similares se dieron durante la erupción de Toba, hace 74.000 m.a. Ningún humano moderno ha podido sentir una erupción de tales características. Sin embargo, mucha gente se ha preocupado de explorar el área del Parque Nacional de Yellowstone, por todos bien conocido por sus características hidrotermales.
Robert Christiansen ( US Geological Survey), llegó por primera vez al parque Yellowstone a mediados de 1960. Para hacer numerosos reestudios de la zona. Cuando llegó a este área por primera vez, informó de la presencia de ceniza compactada, pero el no pudo observar ningún volcán o caldera ;; en la zona, ya que no observó depresión alguna.
Christiansen se dio cuenta de que Yellowstone había sido un sistema antiguo volcánico. Sospechaba que ;; este había sido parte de una caldera volcánica. Pero ¿dónde podría encontrase la huella de ello?. Tuvo suerte Christiansen ya que poco tiempo después la NASA decidió sobrevolar desde el aire el parque para probar un nuevo sistema de fotografía por infrarrojos que sería enviado para obtener imágenes en la Luna. Este Text permitió revelar fotografías de Yellowstone nunca vistas.
Christiansen no había podido ver la caldera antigua desde el suelo porque esta era demasiado grande. Esta ocupaba prácticamente todo el Parque. Un enorme cráter de 70 km de largo por 30 km de ancho. Esto suponía ser un colosal supervolcán.
En ese momento se decidió por examinar las capas de ceniza endurecida, docenas de metros de grosor conformaban el suelo. El equipo de Christiansen pudo separar 3 capas. Esto significaba que habían podido ocurrir 3 diferentes erupciones. Mediante sus estudios de datación en dichas cenizas, llegaron a la conclusión de que la caldera más vieja se había formado por una vasta erupción hace 2 millones de años. La segunda erupción fue hace 1,2 m.a. y cuando dataron la tercera, encontraron que justo ocurrió 600.000 años. De modo que las erupciones parecían estar regularmente espaciadas. El ciclo de formación de las erupciones se repetía cada 600.000 años. Y que la última erupción había ocurrido exactamente hace 600.000 años.
En 1973 Bob Smith estaba acampado en el borde del Lago Yellowstone, cerca de un lugar llamado Peal Island. Mientras realizaba su trabajo de campo de final de carrera, se dio cuenta de algo extraño. El podía observar cómo algunos árboles habían sido inundados por el agua unos cuantos pies. Entonces, ¿qué podía significar este fenómeno extraño?.
Se decidió realizar medidas de altitud y comparar con las llevadas a cabo sobre 1920 cuando se había tomado medida de altitud en el Parque. Se dieron cuenta de que la caldera se había levantado unos 740 mm lo que había provocado el hundimiento de otras zonas del Parque. De modo que sólo una cosa podría haber hecho que la Tierra se levantase de este modo. Una vasta y potente cámara magmática. El supervolcán de Yellowstone estaba vivo y si los cálculos del ciclo eran correctos, la próxima erupción estaba apunto de suceder.
Smith se dio cuenta de que lo que tenían debajo era un buen sismómetro, de manera que decidieron utilizar una red de estaciones de 22 sismógrafos que usaron para monitorizar todos los datos y transmitirlos a la base central de la Universidad de Utah. Los terremotos nos dan el pulso de la tierra, de manera que nos dicen el tiempo real de pulso de cómo la caldera se está deformando y de cómo se están generando fracturas en las partes altas de la corteza. Los sismómetros detectan las ondas de sonido, las cuales llegan de terremotos producidos en profundidad. Estas ondas viajan a diferentes velocidades dependiendo de la textura del material por el que atraviesan. A través de rocas sólidas viajan más rápido por tanto que aquellas ondas que viajan a través de material fundido o magma.
La cámara magmática que los científicos encontraron, se extendía por debajo de la caldera cubriéndola de lado a lado. Esto podría suponer unos 40-50 km de largo y quizás unos 20 km de ancho y una potencia de unos 10 km. De manera que este gigante en volumen ocupaba la mitad o un tercio del área profunda del Parque Nacional de Yellowstone.
Durante algún tiempo el profesor Steve Sparks (University of Bristol) trató de observar en el laboratorio cómo el escape de gas volcánico atrapado en el magma podría ser el responsable de la violencia de las erupciones. De manera distinta a los supervolcanes, los volcanes normales no tienen ese potencial de explosión durante sus erupciones.
Michael Rampino (New York University) observó que los depósitos de ceniza del volcán Toba, alcanzaron una extensión de unos 2.500 km y una potencia en su parte más alejada de la caldera de unos 35cm. Por otra parte, Rampino trata de averiguar de qué manera la ceniza volcánica arrojada a la atmósfera puede afectar al cambio climático global. La fina ceniza y el dióxido de sulfuro en la estratosfera refleja la radiación solar de manera que esta vuelve al espacio y produce un parón en la entrada de los rayos del sol. Esto produce un efecto enfriador “cooling” en el Planeta. Observó también que existía una correlación entre el alzamiento del sulfuro en la atmósfera y el enfriamiento global. Esta caída global de la temperatura sería de unos 5º C para el caso que de la erupción del volcán de Toba, esto significa que en climas de latitud templada (pongamos el caso de UK) la caída es algo más de 15º, es decir que si en verano en UK alcanzan temperaturas de 17-19º C, después de un fenómeno como el expuesto llegarían a una temperatura máxima de 2º C.
Lynn Jorde (University of Utah) estudia los genes que poseen las mitocondrias, con el fin de descubrir síntomas venideros de problemas genéticos en la población humana. Por otra parte afirma que nuestra población podría haber sufrido una posición precaria con reducción catastrófica de la población. Relacionada con lo que llaman a "“population bottleneck" (población en cuello de botella). Y que significaría una reducción drástica de la población remanente en el planeta. Esto llevaría a una unificación de los genes. En realidad actualmente los humanos somos muy similares porque la mayoría de nuestros genes son muy similares entre nosotros. Algo ocurrió hace 70-80.000 años que produjo que quedaran muy poco supervivientes, esto produciría que los genes quedaran cercados durante esa reducción poblacional llevando a un uniformismo y una similitud de genes. Por otra parte La erupción del Lago Toba sumió a la Tierra en un invierno volcánico, expulsando ácido sulfúrico a la atmósfera y originando así la denominada Edad de Hielo milenaria, y erradicando cerca del 60% de la población humana de la época, tal como afirma la teoría de la catástrofe de Toba Toba, a mitad de camino entre este periodo, hace 74.000 años. Si hubiera realmente conexión esto alcanzaría terribles implicaciones para una futura erupción en Yellowstone. Ya que esta podría ser de similar tamaño y ferocidad a la de Toba. La cual habría causado ese impacto, no sólo en las regiones próximas, Norte América, sino en todo el mundo.
Rampino afirma que si la erupción de Yellowstone tuviese lugar esta causaría estragos para los Estados Unidos y eventualmente para todo el mundo. Los vulcanólogos creen que la cámara magmática del Parque comienza a ser inestable. Están comenzando a producirse ;; terremotos y cada vez el magma de la cámara está más cerca de la superficie.
Hill McGurie supone que ;; el magma podría alcanzar una elevación de 30,40,50 Km. enviando grandes cantidades de debris a la atmósfera. Esto no sólo afectaría al área de Norte América, sino que produciría un efecto a escala global. Toda la actividad económica se vería impactada de lleno inducido por los cambios climáticos. El aislamiento térmico afectaría a todas las estaciones, y las civilizaciones comenzarían a sufrir de algún modo estos fenómenos. En realidad nadie ha visto jamás una erupción de este tipo, por lo que tampoco podemos saber de qué modo nos afectaría. Rampino piensa que la erupción es cuestión de tiempo, antes o después una súper-erupción de este tipo tendrá lugar.
Fuente: Transcripción del texto "Supervolcanoes". (BBC Thursday 3rd February 2000)
Erupciones conocidas
* Lago Taupo, Isla Norte de Nueva Zelanda - hace 26.500 años (1.170 km³)
* Lago Toba, Sumatra, Indonesia - hace 75.000 años (2.800 km³)
* Caldera de Yellowstone, Wyoming, Estados Unidos - hace 2,2 millones de años (2.500 km³) y 640.000 años (1.000 km³) Actualmente está aumentando la presión, teniendo en cuenta su ciclo eruptivo, ya debería haber explotado. Se espera que esta explosión sea menor que las anteriores sin embargo devastadora.
* Caldera de La Garita, Colorado, Estados Unidos - hace 27 millones de años (5.000 km³)
Otras muchas erupciones supermasivas han ocurrido también en el pasado geológico, como las que muestra la lista siguiente, todas de un valor de 7 en la escala VEI. La mayoría de las mostradas superan a la erupción del monte Tambora en 1815, que es la mayor erupción del registro histórico humano.
* Caldera Aira, Kyushu, Japón - hace 22.000 años (110 km³)
* Monte Aso, Kyushu, Japón - cuatro grandes erupciones explosivas en el intervalo de hace 300.000 y 80.000 años (volumen total de 600 km³)
* Caldera Kikai, Islas Ryukyu, Japón - hace 6.300 años (volumen máximo de 150 km³)
* Lago Taupo, Isla Norte, Nueva Zelanda - año 181 (100 km³)
* Caldera de Long Valley, California, Estados Unidos - hace 760.000 años (600 km³)
* Valle Grande, Nuevo México, Estados Unidos - hace 1,12 millones de años (unos 600 km³)
* Bruneau-Jarbidge, Idaho, Estados Unidos - hace 10-12 millones de años (más de 250 km³). Responsable de los Ashfall Fossil Beds, situados 1.600 km al Este.
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