Terminó la actuación de Venezuela en el Clásico Mundial de Beisbol con otra derrota ante Dominicana con tristreza y decepción. Podemos empezar a concluir y analizar el desempeño de nuestra vinotinto y sin sentarse a pensar mucho sabemos que NO SE BATEÓ. El rosario de errores cometidos desde el mismo momento de conformar este equipo empieza por la gente que tomó las riendas del mismo. No se escucharon las propuestas, ni de la totalidad de la gente ligada directamente al beisbol y menos la de los fanáticos.
Cuando se empezó a soñar con este equipo, se veía que los grandes ligas venezolanos iban a jugar TODOS en nuestra liga invernal para estar en forma para no hacer el ridículo en el Clásico, pero no fué así y eso se debe revisar. Al ver el lineup venezolano en el primer juego de Venezuela, las esperanzas que nos hacían sentir los nombres allí escritos eran para volar muy alto. Toda Venezuela se paralizó al ver su sueño cumplido de tener en un mismo lineup los nombres de Abreu, Ordoñez, Cabrera, Vizquel, Alfonzo, Martinez, Hernandez, Rivera, Guillen, entre otros... Además de un cuerpo monticular lleno de estrellas con Santana, García, los Zambranos, Silva y el Kid para nombrar solo algunos. Pero todo se desvaneció rapido, en el primer juego del Clásico.
Ahora bien, hubo jugadores de posición que debieron rechazar su inclusión en el roster vinotinto, tal es el caso de Bob Abreu y de Magglio Ordoñez, ídolos de todos nosotros amantes del Beisbol pero totalmente fuera de forma. De hecho el único regular que se salva es Omar Vizquel quien si fue consistente con su bateo. Muguel Cabrera fue uno en Orlando y otro en Puerto Rico. Ramón Hernandez y Carlos Guillén fallaron consecuentemente, Alfonzo y Rivera igual. Pero Magglio Ordoñez y Bob Abreu fueron totalmente vulnerables en el plato, idos totalmente con un swing flojo, lento e inofensivo.
Por otro lado, el muy criticado manager Luis Sojo pareció rectificar; y en mi opinión muy particular, su mayor fallo fue la conformación del roster ya que no tuvo nunca oportunidad de montar jugadas, ni un robo de base, ni un toque de bola, ni un bateo y corrido ya que nuestro bateo fue nulo. Claro que erró al traer a Carrara y al lanzarle a Ortiz en el primer juego, pero después pareció Tony LaRussa, salvando las distancias, al traer un pitcher por bateador ante Puerto Rico, y acertó con Jorge Julio cuando le volvió a confiar luego de la debacle de Tapia en el juego inaugural.
Cuando se empezó a soñar con este equipo, se veía que los grandes ligas venezolanos iban a jugar TODOS en nuestra liga invernal para estar en forma para no hacer el ridículo en el Clásico, pero no fué así y eso se debe revisar. Al ver el lineup venezolano en el primer juego de Venezuela, las esperanzas que nos hacían sentir los nombres allí escritos eran para volar muy alto. Toda Venezuela se paralizó al ver su sueño cumplido de tener en un mismo lineup los nombres de Abreu, Ordoñez, Cabrera, Vizquel, Alfonzo, Martinez, Hernandez, Rivera, Guillen, entre otros... Además de un cuerpo monticular lleno de estrellas con Santana, García, los Zambranos, Silva y el Kid para nombrar solo algunos. Pero todo se desvaneció rapido, en el primer juego del Clásico.
Ahora bien, hubo jugadores de posición que debieron rechazar su inclusión en el roster vinotinto, tal es el caso de Bob Abreu y de Magglio Ordoñez, ídolos de todos nosotros amantes del Beisbol pero totalmente fuera de forma. De hecho el único regular que se salva es Omar Vizquel quien si fue consistente con su bateo. Muguel Cabrera fue uno en Orlando y otro en Puerto Rico. Ramón Hernandez y Carlos Guillén fallaron consecuentemente, Alfonzo y Rivera igual. Pero Magglio Ordoñez y Bob Abreu fueron totalmente vulnerables en el plato, idos totalmente con un swing flojo, lento e inofensivo.
Por otro lado, el muy criticado manager Luis Sojo pareció rectificar; y en mi opinión muy particular, su mayor fallo fue la conformación del roster ya que no tuvo nunca oportunidad de montar jugadas, ni un robo de base, ni un toque de bola, ni un bateo y corrido ya que nuestro bateo fue nulo. Claro que erró al traer a Carrara y al lanzarle a Ortiz en el primer juego, pero después pareció Tony LaRussa, salvando las distancias, al traer un pitcher por bateador ante Puerto Rico, y acertó con Jorge Julio cuando le volvió a confiar luego de la debacle de Tapia en el juego inaugural.
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