jueves, mayo 11, 2006

-Fausto-

No se cuantos capítulos serán y el final aun se escribe en mi mente esta historia en lo particular me a costado mas de lo normal a parte estuvo extraviada un tiempo, espero que les guste como siempre el episodio completo en Metacuentos.

1era parte. “La Apuesta”

Un hombre elegante vestido de verde rodeado de tres personajes algo sombríos vestidos de gris saborean una copa de vino en un local a las afueras de la ciudad, cuando un anciano bastante vivaracho irrumpe en la mesa acompañado de dos muchachos vestidos con sencillos ropas bastantes discordantes con el tipo de local. El hombre elegante le hace señas al hombre mayor para que lo acompañe al unísono los primeros tres personajes se levantan y los acompañates del segundo salen del local, dejando a los dos solos entre la gente.

Tiempo sin verte le dice; el hombre de verde

(el anciano) yo en cambio te veo todo el tiempo y se de ti cuando podrás dejar la confabulación, será que no te cansas de perder.

(el hombre de verde) ya sea por la fuerza o por la habilidad, algún día no se te hará tan fácil te llame para saber si ya podemos empezar la apuesta pero será al sujeto pactado con anterioridad, la situación y sus rivales será variable con el entorno, tu podrás colocar a alguien a su lado, yo solo haré ligeras maniobras.

-Esta bien dice el anciano pero ya tiene un ángel, solo le daré unas potestades adicionales y tu no interrumpirás ningún hecho ni proceso natural o estarás aceptando la derrota.

-Cual hecho natural dice el hombre de verde, no quiero un golpe a la mesa, si logro seducir a su alma a la traición de sentimiento me pertenecerá. El hombre de verde hace un gesto de duda, si pierdo su alma será salvada cierto, acepto es un trato.


El anciano se levanta diciendo si se redime el segundo implicado también se le dará el perdón, cuando suceda eso termina la apuesta y lo dejaras tranquilo es una regla, recuerdas.

El anciano se retira y de inmediato llegan los otros sujetos que acompañaban al sujeto de verde a sentarse en la mesa, los dos muchachos esperan afuera.

Hablando pausadamente en la mesa los comentarios son:

-Acepto la apuesta.

-Por supuesto no objeto nada, no se como pero sospecho que perderé de nuevo, vallan y procedan con lo planeado es lo mejor que podemos hacer dense prisa ya pensare en algo.

El anciano ya en la calle le comenta a sus acompañante, el no aprenderá esta vez, pero hay que demostrarle de nuevo que las almas de los humanos pueden cambiar y hacerse nobles con un poco de amor, chicos tienen trabajo por delante, esta vez serán ustedes yo los veré como siempre.

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