Cora

Me encantan los gatos, de hecho en mi casa hemos tenido varios, algunos personajes famosos dentro de la familia, como nuestro gato Mitchu de 8 kilos con su siempre impecable esmoquin, el casaba roedores de gran tamaño créanme nunca supimos de donde ni como los cazaba, llegamos a pensar que era un gato salvaje que usaba esmoquin por accidente, valla si era un personaje, mi abuelita lo tenia algo mas que consentido claro era su gran gato cazador, en la mañana le daba leche tibia, si en serio a parte el gato comía vegetales y no cualquier cosa a parte de la dieta de pescado, entiendo por que los egipcios adoraban a estos animales, el susodicho le gustaba lucirse otro detalle a su favor era que se movía como una pluma y jugaba con nosotros como si fuese un cachorro, a demás tenia sometido al perro de la casa el cual era un temible Pastor Alemán, hace unos años se fue, el ya estaba entrado en años sabíamos que le sucedería, nos pego su partida.

Necesitábamos un gato, vivo en casa y con una anexo boscoso en la parte de atrás, para evitar la plaga de roedores no existe nada mejor que un gato, pero donde conseguir un gato y que cazara, como siempre la coincidencias o la ley de Morphy inversa jugaron a nuestro favor, mi madre no se que hacia cerca de Aproa* y entro a ver los animalitos, bien había una gata en una caja que estaba enferma aunque la doctora le dijo que esta se curaría.

Cora llego a mi casa en una caja de cartón y le costaba hasta tomar leche, solo comía galletas no se como llego a mi cuarto, tampoco el momento en que se curo mucho menos el momento que convirtió mi cama en su cama, de hecho ella se tomo el trabajo de levantarme en las mañanas para que le diera galletas, justo a las 6 empezaba a saltar sobre mi o a maullarme , adoraba a esa gata, que era un cruce entre gato salvaje con mono suramericano, toda una belleza con sus pocos kilos, su color champaña y ojos de color cielo, era una jodedora consumada, cazadora audaz, preocupación de murciélagos y roedores por igual, no solo en mi casa la querían sino mis vecinos, el colmo entrando a casa de mi vecina veo a mi gata durmiendo en su mueble y mi vecina de los mas amable, no levantes a la gatita que ella siempre viene, me hace compañía corre a los ratones y se va, que faramallera sin darme cuenta ya era mi hija adoptiva, hasta que un día un resentido que aun deseo saber quien es, la cebo y la enveneno, como hizo con otros gatos de la zona, llego a saber quien fue y les aseguro que repensara tocar otro animalito.

Aun necesitamos un gato pero con una Show Chow en casa que encima es celosa no hemos querido ni intentarlo.