Ya no creía en nada. Todo cuanto había querido se había desvanecido, se lo habían arrancado como el viento arrancaba las hojas en otoño. Y que quedaba de ella? muy poco, en realidad nada, ya no tenía nada .Su camino antes iluminado se había oscurecido. Se encontraba en medio de la tormenta, en un torbellino de sentimientos incontrolables que chocaban fuertemente contra los arrecifes que, a su vez golpeados por las olas impregnadas de sentimiento, parecían no derrumbarse jamás. No, las rocas no se derrumbaban pero ella sí, ya ni siquiera la corriente podría arrastrarla. No había nada por lo que vivir, ninguna razón para no desear morir. No le temía a la muerte, por qué iba hacerlo? más la asustaba una vida sin ilusión ni esperanza donde las lágrimas fueran el único testigo de su dolor. Lágrimas que ya comenzaban a deslizarse suavemente por su mejilla como hojas caen de los árboles en otoño para esperar la primavera, el nacimiento de un nuevo día, el nacimiento de una nueva ilusión. Pero no, ella no podría esperar la primavera, no podría esperar más. Se agachó lentamente, con calma, con la tranquilidad de saber que no volvería a pertenecer a ese mundo cruel. Con la ilusión de saber que no volvería a despertarse una mañana sabiendo que no será la última. Nunca se había sentido así, sin temor, sin dolor y mientras dejaba todo atrás, se sumergió en una calma que sólo la muerte le podía dar.
viernes, abril 07, 2006
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5 comentarios:
hay que tener mucho valor para suicidarse... o a veces por no gozar de saludo mental, se llegan a esas cosas, muy poetico tu post... es bien triste y romantico...
Saludos...
Este post me dejó sin palabras realmente.
Puedo comentar que es sumamente profundo y cargado de muchísimo sentimiento, pero nada más y sólo espero que esta situación no te esté afectando a tí directamente...
Saludos.-
Lo escribí hace tiempo por algo muy duro que sucedió en mi entorno, gracias a dios no fue un suicidio pero alguien que quiero mucho lo pensó en serio, estoy de muy buena salud mental por eso pensé que no seria mala idea publicarlo y mostrárselo a la susodicha, que ya asumió lo que sucedió.
El post ha sido acertado, perfecto diria yo. Que bueno volver a tu blog y llenarme los ojos de maravillas como nuevos posts...Espero tener el tiempo para leerte completo. Un beso grande.
Laura.
¡Me encantó!!!
Amo las historias de finales trágicos... amo la salida o el renacimiento o la liberación que siento que la muerte representa...
¡Realmente me encantó!
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